Boruto: Naruto Next Generations: 1x89

El corazón persiste

El Equipo Ino-Shika-Cho se recupera de su combate contra Kokuyou mientras Kirara controla a Boruto y Sarada. Rápidamente, la Creada obliga a los shinobis a tomar dos espadas del suelo para medirse en un duelo a muerte, controlados como títeres. Es entonces cuando comienza una serie de golpes y ataques que Sarada intenta frenar usando su Sharingan con Boruto para liberarlo del genjutsu. No obstante, Kirara se da cuenta de esto y cierra los ojos del Uzumaki. Mientras, en la base, el científico de la banda ya ha fabricado el corazón del señor Kuu y Mitsuki se dispone a llevárselo. La noticia llega hasta Sekiei y Kirara, así que estos se dirigen hacia allí. Boruto y Sarada todavía siguen siendo controlados y parece que el Uzumaki va a atacar a la Uchiha, pero ésta aprovecha el reflejo de la espada para liberarse del genjustu con su Sharingan y luego libera a Boruto. Los dos se dirigen hasta la base de los Creados para detenerlos. Cuando llegan, intentan convencer a Mitsuki para que se detenga, pero él y el señor Kuu atacan y atrapan a los dos ninjas. Mitsuki le entrega el corazón a Kuu y, cuando parecía que ya había ganado, el Creado es atacado por la espalda con una técnica de Raiton y se descubre que el corazón era un señuelo de serpientes hecho por Mitsuki. Éste dice que por fin ha cumplido su voluntad y mira hacia el horizonte, donde se empieza a ver un extraño humo negro. Todo había sido un plan entre Konohamaru y Mitsuki y ahora los habitantes de la Aldea Oculta de las Rocas, guiados por una liberada Kurotsuchi, se disponen a destruir toda la fábrica de Desechos y demás experimentos. Sin embargo Kuu, que no está vencido todavía, se prepara para pelear junto con Sekiei y Kirara antes de que Mitsuki se pueda reunir con sus amigos. Lejos de allí, un malherido Akatsuchi se encuentra con Sekki, el shinobi que entrenó con Boruto recientemente, y le ordena ayudar a detener el plan de los Creados. Mientras, Onoki se despierta después de recuperar la conciencia y se dirige hacia el campo de batalla, admitiendo su error y queriendo detener todo su plan.